Los genes se expresan: se transcriben y se traducen

Debe existir algún mecanismo molecular que permita a los genes expresar su información para que se formen las proteínas, que vienen a ser como los robots encargados de ejecutar sus órdenes. Esta información genética heredada de nuestros progenitores debe descodificarse para poder ser utilizada por la célula y este proceso se realiza en 2 fases: transcripción y traducción de la información genética contenida en un gen.

Transcripción del gen: síntesis de ARN.

Tiene lugar en el núcleo y origina una cadena de ARN mensajero (ARNm) utilizando como molde una de las hebras del ADN de un gen concreto. Se denomina ARNm porque sale del núcleo y se dirige al citoplasma llevando el mensaje genético del gen para que se sintetice una proteína. Además del ARNm, otras secuencias génicas dan lugar a diversos tipos de ARN, como los ARNr que forman los ribosomas y los ARNt o de transferencia.

Traducción del ARNm: síntesis de proteínas.

Tiene lugar en el citoplasma (en el citosol o en el retículo endoplasmático rugoso). Al igual que una banda magnética o un código de barras, el mensaje es captado por una especie de cabezal de lectura, llamado ribosoma, y es convetido en la secuencia de aminoácidos de una proteína. En este proceso se utiliza un diccionario universal, conocido como código genético, que permite traducir el idioma de los genes al lenguaje de las proteínas: asigna a cada grupi de tres bases del ARNm (denominado triplete o codón) uno de los veinte aminoácidos de ls proteínas.

El ribosoma es un exceente traductor que recorre la molécula de ARNm, un triplete tras otro, y va incorporando los aminoácidos hasta completar una cadena de proteína. Para ello, utiliza como ayudantes a las moléculas de ARNt, que transportan a los diferentes aminoácidos hasta el ribosoma y reconocen las secuencias de cada triplete del ARNm. De esta forma, los aminoácidos se incorporan de uno en uno a la proteína que se está formando y en el orden que indica la sucesión de tripletes del ARNm.